Moda para mamás: antes y después
En su gran mayoría la moda profesional se ha hecho para mujeres. Así como la gran mayoría de los grandes modistos son hombres, encontraban en las féminas sus musas; además, no dejan de confesar que el cuerpo de la mujer es toda una obra de arte, que hace que sea mucho más fácil adaptar telas, diseños y complementos para hacer realidad todas las fantasías de las creativas mentes que trabajan en el mundillo de la moda. Un subidón de autoestima para el género femino mundial esta idea, no nos vamos a engañar.
Sin embargo, no podemos evitar dejar de darnos cuenta que ese gran mundo de la moda no es capaz de dar respuesta a todo el ciclo vital de las mujeres. Por eso, los grandes diseñadores, aquellos que marcan la tendencia de qué se va a llevar y cómo en cuestión de vestimenta, acaban trabajando solo para una élite, que a la vez se adapta a ellos incluso cambiando sus necesidades personales. Las demás féminas del mundo, por mucho que nos pese, tiramos de la moda comercial, mucho más asequible aunque menos puntera, por supuesto; y es que esto es lo que tiene vivir en el mundo real y tener los pies en el suelo, creo yo.

Y es que las tendencias en moda dejan muy de lado ciertos momentos que las mujeres viven relativamente jóvenes, que hace que sí que sientan interés en sus looks, pero se vean totalmente desamparadas en este sentido. Hablamos, por supuesto, de la época de embarazo, donde una línea de moda para las premamás se hace importante, por no decir imprescindible; sin embargo, durante esa etapa, las mujeres no tienen mucho que hacer si quieren seguir la moda, más bien conformarse con lo que le marca el mercado. Claro que, llegados a este punto, hay que reconocer que ya hay muchas tiendas especializadas en ropa para mujeres embarazadas, que sin perder de vista su estilo cómodo y práctico, siguen muchos cánones de las tendencias que se llevan en cada momento del año. Casi, casi, al borde de ir a la moda, pero sin que los grandes diseñadores sepan reconocer nada de esto.

Una vez que la recién estrenada mamá deja atrás su época de gravidez, viene otro momento importante para ella, que tampoco es que se vea demasiado reflejada en las grandes citas de la moda; pero no hay duda de que ahí ya hay muccho más interés en llenar ese hueco. Hablamos en este caso de la ropa de bebé, que también ha de ser cómoda y práctica, cómo no; pero que, sin embargo, da mucho más juego y se da el lujo de seguir ciertos cánones como colores y telas. Y por supuesto, como sector comercial es todo un filón: una necesidad que todos los bebés deben tener cubierta, sabiendo que su crecimiento hace que su renovación sea efectiva tarde o temprano, con lo que los ingresos están asegurados. Y es tanta la oferta, que incluso las tiendas online de ropa para recién nacidos y bebés han aumentado su número de forma exponencial.
Y en cuanto los nuevos integrantes de la casa llegan a la edad de infantes, empieza un problema nuevo para papás y mamás: la oferta se dispara, y entramos de lleno en el mundo de la moda infantil. El problema, claramente, es de fondos, porque parece que a partir de los 3 años, grandes diseñadores ya están interesados en crear moda, sin duda pensando en pequeños fashionistas que también necesitarán renovar su vestuario con frecuencia; pero que, además, ya empiezan a expresar sus gustos, creando así también unos futuros seguidores de tendencias.
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